El proceso nos habla de una transformación que se va dando a lo largo del tiempo a través de la Relación Terapéutica. Es un continuo darse cuenta que va pasando por diferentes fases que pueden ser observadas y descritas. Tener presente la existencia del proceso compromete al/a terapeuta con su cliente en un viaje con su inicio, su camino y su fin.

El enfoque de este taller será teórico y, en su mayor parte, vivencial. Abordaremos algunas teorías del narcisismo que permitirán la comprensión a nivel intelectual de este estadio del desarrollo psíquico; también de sus avatares. Durante el proceso terapéutico contamos con un cierto grado de dificultades, sean del signo que sean, en torno al narcisismo por el lado del paciente.

Sin embargo, es el narcisismo del terapeuta en el encuentro con esta persona en calidad de paciente, relación singular, lo que puede poner en marcha ciertos elementos narcisistas no resueltos (certidumbres, creencias, ideales, etc.) cegándole ante sí mismo y entorpeciéndole ver y escuchar a su paciente. En este sentido, sobre todo, es que trabajaremos a nivel vivencial, facilitando la posibilidad de percatarse de algunos de estos puntos ciegos, de sus efectos en la relación terapéutica y en el proceso.

El proceso nos habla de una transformación que se va dando a lo largo del tiempo a través de la Relación Terapéutica. Es un continuo darse cuenta que va pasando por diferentes fases que pueden ser observadas y descritas. Tener presente la existencia del proceso compromete al/a terapeuta con su cliente en un viaje con su inicio, su camino y su fin.

El trabajo que se hace en este taller va dirigido a aportar un mapa que ayude a comprender diferentes fenómenos y momentos emocionales por los cuales se atraviesa inevitablemente y ayuda al profesional a facilitar este tránsito de la forma más natural posible.

Como terapeutas, al ser nuestro propio instrumento de trabajo, tenemos un desgaste en ocasiones, difícil de reconocer. La presencia requiere de un equilibrio entre la energía implicada en la contención y la implicada en la expresión. Este juego de fuerzas supone una tensión interna propia de la labor terapéutica. Además, quedamos vulnerables a las energías que vienen de los pacientes. Con todo esto, nuestro cuerpo puede sufrir poniendo en riesgo nuestra salud. Es necesario hacerse cargo de los riesgos que conlleva nuestro quehacer profesional.

Este taller pretende poner luz a la importancia del autocuidado, para el cual es necesario, por un lado el reconocimiento de los límites soltando así la omnipotencia, y por otro la diferenciación y el límite a la energía del paciente.

La enfermedad es un desequilibrio en el todo que cada uno somos y, junto con el síntoma, es un aviso de que el organismo está siendo exigido más allá de lo que puede y que nos pide que nos paremos a escucharlo. Cuanto más alejados de nosotros mismos nos encontremos, menos querremos atenderlo y más deseosos estaremos de que los médicos nos “quiten” ese dolor, inflamación, etc.

Este encuentro tiene por finalidad acercarnos a la enfermedad y a su manifestación, los síntomas, de una manera gestáltica, es decir, teniendo en cuenta que son aspectos del todo que somos, que reclaman nuestra atención y que lo hacen porque contienen mensajes importantes que nos atañen, que dan voz a parte de nosotros que piden ser oídos y atendidos.

La propuesta es posibilitar que a través del movimiento, lo expresivo y lo lúdico del clown, aparezca lo genuino de cada un@… abrir la puerta a la propia naturaleza. Permitir la manifestación de todas nuestras partes con el amor y el derecho de Ser. Desde ahí la tarea es ejercitarse delante del grupo como un ensayo para la vida, una manera de compartirse desde la esencia… una experiencia que nos hace más honestos y favorecerá el acompañamiento terapéutico desde una amorosa y genuina Presencia.

En el taller veremos como trata nuestra cultura, tanto la agresividad, como la sexualidad; partes instintivas de nuestro cuerpo y que tienen los mismos circuitos hormonales. Dicha ideología tiene una doble moral en estos temas, por un lado es algo que hay que no sentir, y por el otro se usa como forma indiscriminada especialmente sobre mujeres y niños, como forma de mantener la supremacía masculina. Trabajaremos desde una base gestáltica y usando herramientas de la teoría del trauma, viendo como nos ha afectado a nosotros y como podemos trabajarlo con nuestros clientes.

Somos seres sociales y es en la relación como nos conocemos y nos reconocemos. Trabajaremos con la atención interna y externa para sentirnos despiertos a través del observador interno.

El objetivo de este trabajo personal es tocar lo transpersonal viendo al otro como yo y a mi como el otro, y desde ahí llegar a la des-identificación en la unión de un baile común, a través de arquetipos del inconsciente “colectivo”.

Este es un taller teórico-práctico donde se vivencia y comprende cómo, a través de la pintura, se pueden abordar los distintos aspectos del encuentro terapéutico.

Pintar, como cualquier acto humano, pone de manifiesto un ciclo gestáltico donde se dan todas las interrupciones neuróticas que impiden la concreción del deseo y la necesidad. La acción muestra lo que el lenguaje hablado muchas veces esconde.

La expresión plástica queda detenida en la primera infancia, que es también cuando el carácter se estructura como adaptación y forma de respuesta a la falta del amor anhelado, quedando en consecuencia también limitada la genuina expresión de nuestro ser.

Las distintas formas de percibir, configurar la realidad, contactar, moverse, relacionarse con la autoridad, escucharse, darse o no permiso para la libre expresión, en suma, el carácter y el ciclo del deseo y sus interrupciones aparecen, puede verse y trabajarse a través de un encuentro a través de la pintura.

El trabajo entonces, lejos de interpretar las imágenes, se centra en poner la atención en la forma de percibir, configurar y expresar nuestra propia realidad interna.

Los distintos aspectos del lenguaje plástico evocan y resuenan con cada uno de nuestros cuerpos (físico, emocional, mental y energético), permitiendo trabajarlos con claridad y tomando conciencia de dónde y cuándo entorpecemos su libre manifestación.

Así, el fin último del trabajo es recuperar la confianza perdida en la propia expresión de nuestra forma única y original de percibir y estar en el mundo. Desde este enfoque entonces, la pintura se transforma en una poderosa herramienta y recurso para el trabajo de conciencia.

El objetivo del taller es abordar la influencia del carácter del terapeuta en la relación con sus pacientes tratando de desvelar tanto los aspectos que favorecen como los que dificultan el trabajo terapéutico.

Entiendo la bioenergética integrativa como una herramienta potente y facilitadora del cambio hacia maneras más saludables de relacionarnos con nosotros mismos y con los demás, ya que facilita la conciencia, el contacto y el autoconocimiento.

Teniendo en cuenta la ansiedad como síntoma, y por tanto, como indicio de que algo está alterado en nuestro organismo. La propuesta de este taller es trabajar mediante esta técnica con los estados de ansiedad y sus posibles trastornos que nos encontramos con más frecuencia en la práctica clínica.

A través de la bioenergética liberamos energía y soltamos bloqueos y tensiones corporales. Mediante la expresión emocional facilitamos la autorregulación organísmica y por tanto, la autosatisfacción, el autoapoyo y el bienestar.

El objetivo de este taller es el de introducir a cada participante en esta moderna metodología de facilitación e implementación de cambios, integrando todo el bagaje del modelado actual de la Programación Neuro-Lingüística (PNL) con las competencias gestálticas, tanto para enriquecer la actitud gestáltica como para aprender nuevas metodologías de cambio.

Para ello trabajaremos con:

• Las presuposiciones básicas de la PNL para la Gestalt.
• Actualizar la actitud gestáltica.
• Comprender la naturaleza profunda de los conflictos.
• Practicar los diversos tipos de cambios.
• Aprender a usar las metáforas terapéuticas.

Proponemos un taller basado en la experiencia corporal, facilitador de la AUTORREGULACIÓN organísmica. Realizaremos un trabajo para soltar las tensiones musculares a partir de activar la vibración natural del cuerpo (temblor neurogénico), con el fin de que el organismo se autorregule recuperando su propio ritmo vital y una mayor sintonía cuerpo, mente y emoción.

Entendemos que sin esta sintonía con nuestro propio cuerpo y su capacidad de autorregulación, en el sentido de contactar con nuestras necesidades y con la capacidad de satisfacerlas (ciclo gestáltico), difícilmente vamos a poder realizar un adecuado acompañamiento terapéutico respetando al paciente y a su propio proceso autorregulador.

Desde 2013 impartimos talleres biogestálticos para el autocuidado y el bienestar, que incluyen el aprendizaje y la práctica del método TRE de vibración corporal.

Es un taller vivencial de fin de semana en el que se exploran introyectos, proyecciones e ideas acerca de uno mismo con el apoyo de la mirada grupal y la autoscopia, mediante una exploración con vídeo de la idea de uno mismo como objeto de apego y rechazo. Se trata de comprender la trascendencia de la mirada amorosa hacia nosotros mismos, como vehículo para la aceptación de nuestra experiencia del yo. Pueden consultarse sus publicaciones en el blog http://videoterapia.wordpress.com/

El enfoque de este taller será teórico y, en su mayor parte, vivencial. Abordaremos algunas teorías del narcisismo que permitirán la comprensión a nivel intelectual de este estadio del desarrollo psíquico; también de sus avatares. Durante el proceso terapéutico contamos con un cierto grado de dificultades, sean del signo que sean, en torno al narcisismo por el lado del paciente.

Sin embargo, es el narcisismo del terapeuta en el encuentro con esta persona en calidad de paciente, relación singular, lo que puede poner en marcha ciertos elementos narcisistas no resueltos (certidumbres, creencias, ideales, etc.) cegándole ante sí mismo y entorpeciéndole ver y escuchar a su paciente. En este sentido, sobre todo, es que trabajaremos a nivel vivencial, facilitando la posibilidad de percatarse de algunos de estos puntos ciegos, de sus efectos en la relación terapéutica y en el proceso.

La propuesta de este taller es acercarse a reconocer y poder acompañar a víctimas que hayan sufrido trauma de abuso o maltrato en la infancia o en la edad adulta.

Aportar a los/as terapeutas a través del trabajo corporal y vivencial a identificar el calibre del trauma, y dotarles de herramientas corporales y gestálticas para como acompañar e intervenir en procesos traumáticos o disociativos.

La negación, olvido de relato , infravaloración de los síntomas , culpa o vergüenza , son varias maneras de defenderse de estas experiencias.

Todo tipo de abuso o maltrato es dañino y el tipo de trauma o no que produce no finaliza cuando se acaba la situación, las diversas secuelas y síntomas que dejan impiden en muchas ocasiones un contacto sano o fluido con el cuerpo.

Veremos las diferentes fases del proceso para poder identificar el abuso o maltrato y trabajaremos el cómo es el acercamiento corporal y trabajo terapéutico con este tipo de víctimas.

La actitud gestáltica es una invitación permanente a traspasar las fronteras de nuestro autoconcepto y adentrarnos en la incertidumbre viva y palpitante de nuestra vivencia en curso.

Es una invitación a cuestionar los mapas que aprendimos antaño y a explorar el territorio que abrimos cuando volvemos a confiar en lo que surge sin interferir en su expresión.

La actitud gestáltica marca la diferencia entre lo prestado y lo genuíno. Es una invitación a danzar contínuamente olvidando antiguas coreografías que encorsetan y ya no necesitamos.