Terapia adolescentes – Gestalt
¿En qué consiste?
Los/as adolescentes necesitan que les escuchemos
La adolescencia es una etapa con características propias diferenciadas, de mucha vitalidad y de gran importancia. En esta etapa la principal tarea del desarrollo de la persona es individuarse y descubrir su propia identidad. Es un tiempo de transición desde la infancia hasta llegar a la etapa adulta y esto implica una serie de transformaciones que el/la adolescente va llevando a cabo a partir de las vivencias de la infancia a la vez que experimenta numerosos cambios físicos, psicológicos y sociales. Partiendo del apoyo en los/as progenitores/as y el modelo familiar, se pasa al apoyo en las amistades, hasta conseguir progresivamente un cierto grado de autoapoyo y de identidad propia.
Este periodo es fundamental para convertirse en adultos/as con una vida saludable y es bastante habitual que contenga confusión, emociones intensas y experiencias difíciles. En algunos casos los/as adolescentes por sí mismos/as no logran atravesar las crisis personales que se les presentan. Podemos decir que se atascan, y este es el momento de buscar apoyo profesional que les facilite la digestión de lo que está ocurriendo, para poder seguir evolucionando.
¿Qué es? ¿en qué consiste una terapia para adolescentes?
La terapia para los/as adolescentes se convierte en un espacio donde pueden sentirse libres para ser y expresar todos los pensamientos y las emociones que les surgen y que, en muchas ocasiones, sienten extrañas, contradictorias y les generan sufrimiento. En esta etapa empiezan a sentir cosas que antes no sentían y eso les puede generar confusión y miedo.
El encontrar en la terapia un espacio donde poder expresar libremente todas esas emociones hace que las puedan comprender, aceptar y elaborar de una manera sana para ellos/as, permitiéndoles seguir avanzando en este proceso de crecimiento y transformación en el que se hallan inmersos. La terapia es un espacio para encontrarse consigo mismos/as en un momento vital de búsqueda.
A lo largo del proceso terapéutico con el/la adolescente se hace necesario un trabajo en paralelo con la familia donde trabajar la comprensión de esta etapa vital, abordar las emociones que la transformación del/la adolescente despierta también en ellos/as, así como los estilos de comunicación y relación.
Cuándo acudir a una terapia para adolescentes
Normalmente los/as adolescentes y sus familias atraviesan este proceso de transformación con recursos propios que les permiten ir resolviendo las diferentes crisis que van surgiendo en esta etapa vital. Pero cuando las circunstancias vitales, -internas o externas-, familiares y/o sociales son complejas puede que la familia o el/la adolescente no tengan suficientes recursos, haciéndose necesaria la ayuda profesional.
Algunos de los indicadores que nos pueden servir de alarma son: emociones como la tristeza o irritabilidad mantenidas en el tiempo, inicio de una adicción (al móvil, los videojuegos, sustancias psicoactivas…), excesivo número de conflictos intrafamiliares, bajada en el rendimiento académico, un estado constante de desmotivación o apatía…
Cuando nos encontramos con este tipo de situaciones es cuando debemos plantearnos la necesidad de terapia.
Qué tiene que saber la familia que trae a un/a adolescente a terapia
La familia que pide ayuda terapéutica para el/la adolescente tiene que aceptar que ellos/as también van a formar parte del proceso terapéutico. Las relaciones y vivencias que el/la adolescente tiene con la familia nuclear forman también parte de su crisis vital.
A veces puede parecer que la familia no es importante para el/la adolescente porque una parte clave de esa etapa de transformación tiene que ver con la aparente ruptura que el/la adolescente necesita hacer con sus progenitores/as. Esto que parece una ruptura en realidad es una necesidad de transformar la relación con ellos/as para poder transitar hacia el encuentro consigo mismo/a y la vida adulta.
Por esta razón es muy importante que los padres formen parte del proceso terapéutico y que puedan generar recursos propios para comprender y afrontar una etapa como padres y madres tan importante y a veces tan difícil como es la adolescencia de sus hijos/as.
Vencer las resistencias de los/as jóvenes
En general los/as adolescentes agradecen mucho tener un espacio donde poder ser genuinos/as y sentir que son aceptados/as, un espacio donde hay otra persona que les puede ayudar a comprender mejor lo que sienten y lo que piensan, un espacio donde desarrollar recursos para enfrentar los diferentes retos que se encuentran a diario en su relación consigo mismos/as y con el entorno.
Cuando aparecen resistencias suele tener que ver con la dificultad para confiar su parte más vulnerable a una persona completamente desconocida como es al principio el/la terapeuta. A veces también existe una desconfianza hacia el mundo adulto en general.
También pueden aparecer resistencias que tienen que ver con una fase propia de la adolescencia donde se proyecta fuera la responsabilidad de lo que les sucede: “son los demás los que tienen la culpa de lo que les sucede, no ellos/as”.
En algunas ocasiones los/as adolescentes se sienten señalados/as cuando se les propone ir a terapia y su primera reacción puede ser defensiva del tipo “yo no necesito terapia, eres tú el/la que la necesita”.
Sea cual sea el origen de sus resistencias, suelen rebajarse mucho cuando se dan la oportunidad de probar una o dos sesiones, de esta manera pueden empezar a confiar en el/la terapeuta y darse cuenta de que no es otro/a adulto “en su contra” sino alguien que realmente puede aceptarlo/a, permitirle ser y ponerse a su lado.
Terapia para adolescentes en equipo centro
Cuando trabajamos con adolescentes, en lo primero que nos enfocamos es en generar un espacio terapéutico que sienta seguro donde construir un vínculo que le permita confiar. La confianza y la seguridad son la clave para que el proceso terapéutico pueda darse, sin eso es imposible.
A medida que el/la adolescente va confiando va compartiendo sus preocupaciones, miedos, su dolor o su rabia y con el apoyo terapéutico va pudiendo elaborar todo lo que siente, reconocer recursos que ya tiene y generar otros nuevos que le permitan resolver de manera sana las situaciones que van surgiendo en su día a día.