Vínculo familiar
Más de 300 personas lo han vivido
¿Para qué?
Nuestros vínculos influyen en nuestros estados emocionales. Nuestro sufrimiento o satisfacción derivan en gran medida de la manera en que gestionamos nuestras relaciones. Esta gestión, a su vez, no es ni libre ni creativa, sino que está condicionada por los patrones infantiles que se quedaron grabados inconscientemente y a fuego en nuestro organismo y que marcaron nuestra experiencia infantil con nuestras figuras de apego fundamentales, los/as progenitores/as.
Objetivos
Este taller tiene dos objetivos básicos:
Por un lado, hacer una limpieza de las relaciones con los/as progenitores/as que protagonizaron nuestro mundo infantil. Hacernos así conscientes de lo que sentimos en la niñez, las experiencias que nos tocó vivir, lo que se nos quedó irresuelto y bloqueado emocional y físicamente, y poder desatascarlo con un trabajo corporal y de expresión emocional, así como de comprensión cognitiva.
Por otro lado, ser conscientes de todas las particularidades y circunstancias con las que hemos ido creciendo. Comprender que nuestro carácter y nuestros patrones no son elegidos consciente y libremente, sino que son producto de nuestros condicionamientos. Ser conscientes de nuestras emociones infantiles y de la construcción de nuestro carácter nos dará la posibilidad de, ahora sí, elegir el camino por donde queremos transitar, así como elegir los cambios sobre los que queremos trabajar. No sin antes aceptar, después de comprender, nuestro origen y nuestro recorrido.
A quién va dirigido
Este trabajo está destinado a todas las personas que, estando en un proceso terapéutico, deciden enfocar de una forma más concentrada y profunda la relación con los/as progenitores/as.
También es recomendado para los y las profesionales de la terapia, tanto en su parte experiencial como para la comprensión de la formación del carácter en edades tempranas.