Yolanda Mozota

Entiendo la formación de terapeutas como algo fundamental y en continua renovación y por ello reconozco a Equipo Centro como un centro vivo que explora la búsqueda integradora que completa y complementa con distintas herramientas y formaciones a sus alumnos que suman al enfoque gestáltico y al oficio del terapeuta.

Equipo centro es para mí más que una Escuela de Gestalt, un Centro de profesionales, algunos amigos con los que me he ido encontrando en mi camino profesional y de vida.

Mi experiencia como profesora de postgrado, en este caso del taller sobre el trauma, me permite aportar a otros profesionales herramientas conocidas y exploradas en primera persona como paciente y posteriormente como terapeuta.

 

En mi búsqueda personal mi viaje como terapeuta lo fui compatibilizando durante años con mi experiencia como docente en la educación privada y pública. Después de terminar mi formación de Gestalt y sobre todo después de completar el ciclo de tutora de la misma formación, mi curiosidad y ganas de seguir aprendiendo me fueron guiando a un camino de ayuda y acompañamiento en lo que considero una actitud de vida. Mi deseo de seguir profundizando en la trasmisión de la enseñanza y acompañamiento terapéutico me siguen haciendo apostar por mi propia formación constante cada vez más enfocada en el trauma, camino que me lo abre “mi ser traumatizado”.

 

Para mí el oficio de terapeuta y de formadora es algo más que un trabajo, es algo que he ido descubriendo cómo necesidad vital, tanto de ayudar, como de enseñar y de aprender, es una búsqueda dentro y fuera que me guían y reconducen continuamente a una mirada cada vez más amplia y comprometida con mi trabajo como terapeuta humanista.

 

Mi principal modelo como terapeuta, formadora y supervisora es fundamentalmente gestáltico y bebo y me inspiro en distintas corrientes, empezando por mi formación en terapia corporal integrativa desde la mirada bioenergética de Juanjo Albert, del psicodrama psicoanalítico, de la terapia sistémica, de el estudio del carácter de Claudio Naranjo y de diferentes enfoques psicodramáticos y psicoanalíticos de distintas escuelas.

Enseñar y formar es un trasmitir lo aprendido y ser terapeuta es, como decía Claudio Naranjo:

“Aquel con la vocación de curar almas, no se apoya en teorías ni técnicas sino en su experiencia personal del camino interior y de su creatividad. Cuando el terapeuta ha madurado lo suficiente, la ayuda le llega al paciente a través del simple encuentro”.

Y mi mantra:

“Cuando no se hace consciente una situación interior sucede exteriormente, como destino. -Carl Jung, “Aion. Contribución a los simbolismos del sí-mismo”