La enfermedad es un desequilibrio en el todo que cada uno somos y, junto con el síntoma, es un aviso de que el organismo está siendo exigido más allá de lo que puede y que nos pide que nos paremos a escucharlo. Cuanto más alejados de nosotros mismos nos encontremos, menos querremos atenderlo y más deseosos estaremos de que los médicos nos “quiten” ese dolor, inflamación, etc.

Este encuentro tiene por finalidad acercarnos a la enfermedad y a su manifestación, los síntomas, de una manera gestáltica, es decir, teniendo en cuenta que son aspectos del todo que somos que reclaman nuestra atención y que lo hacen porque contienen mensajes importantes que nos atañen, que dan voz a parte de nosotros que piden ser oídos y atendidos.

La propuesta es posibilitar que a través del movimiento, lo expresivo y lo lúdico del clown, aparezca lo genuino de cada un@… abrir la puerta a la propia naturaleza. Permitir la manifestación de todas nuestras partes con el amor y el derecho de Ser.

Desde ahí la tarea es ejercitarse delante del grupo como un ensayo para la vida, una manera de compartirse desde la esencia… una experiencia que nos hace más honestos y favorecerá el acompañamiento terapéutico desde una amorosa y genuina Presencia.

En el taller veremos cómo trata nuestra cultura tanto la agresividad como la sexualidad, partes instintivas de nuestro cuerpo y que tienen los mismos circuitos hormonales. Dicha ideología tiene una doble moral en estos temas por un lado es algo que hay que no sentir y por el otro se usa como forma indiscriminada especialmente sobre mujeres y niños, como forma de mantener la supremacía masculina.

Trabajaremos desde una base gestáltica y usando herramientas de la teoría del trauma, viendo como nos ha afectado a nosotros y cómo podemos trabajarlo con nuestros clientes.

Este es un taller teórico-práctico donde se vivencia y comprende cómo, a través de la pintura, se pueden abordar los distintos aspectos del encuentro terapéutico. Pintar, como cualquier acto humano, pone de manifiesto un ciclo gestáltico donde se dan todas las interrupciones neuróticas que impiden la concreción del deseo y la necesidad.

La expresión plástica queda detenida en la primera infancia, que es también cuando el carácter se estructura como adaptación y forma de respuesta a la falta del amor anhelado, quedando en consecuencia también limitada la genuina expresión de nuestro ser.

El fin último del trabajo es recuperar la confianza perdida en la propia expresión de nuestra forma única y original de percibir y estar en el mundo. Desde este enfoque entonces, la pintura se transforma en una poderosa herramienta y recurso para el trabajo de conciencia.

Como terapeutas, al ser nuestro propio instrumento de trabajo, tenemos un desgaste en ocasiones, difícil de reconocer. La presencia requiere de un equilibrio entre la energía implicada en la contención y la implicada en la expresión. Este juego de fuerzas supone una tensión interna propia de la labor terapéutica. Además, quedamos vulnerables a las energías que vienen de los pacientes. Con todo esto, nuestro cuerpo puede sufrir poniendo en riesgo nuestra salud. Es necesario hacerse cargo de los riesgos que conlleva nuestro quehacer profesional.

Este taller pretende poner luz a la importancia del autocuidado, para el cual es necesario, por un lado el reconocimiento de los límites soltando así la omnipotencia, y por otro la diferenciación y el límite a la energía del paciente.

Somos seres sociales y es en la relación como nos conocemos y nos reconocemos. Trabajaremos con la atención interna y externa para sentirnos despiertos a través del observador interno.

El objetivo de este trabajo personal es tocar lo transpersonal viendo al otro como yo y a mi como el otro, y desde ahí llegar a la des-identificación en la unión de un baile común, a través de arquetipos del inconsciente “colectivo”.

La bioenergética integrativa es una herramienta potente y facilitadora del cambio hacia maneras más saludables de relacionarnos con nosotros/as mismos/as y con los/as demás, ya que facilita la conciencia, el contacto y el autoconocimiento.

Teniendo en cuenta la ansiedad como síntoma, y por tanto, como indicio de que algo está alterado en nuestro organismo. La propuesta de este taller es trabajar mediante esta técnica con los estados de ansiedad y sus posibles trastornos que nos encontramos con más frecuencia en la práctica clínica.

A través de la bioenergética liberamos energía y soltamos bloqueos y tensiones corporales. Mediante la expresión emocional facilitamos la autorregulación organísmica y por tanto, la autosatisfacción, el autoapoyo y el bienestar.

El carácter del/la terapeuta inevitablemente se entrelaza con el de la paciente. Por esta razón es importante que el/la terapeuta conozca sus patrones de relación y pueda profundizar en cómo influyen cuando se relaciona terapéuticamente con el resto de los caracteres que traen las personas que vienen a consulta. A su vez estudiar el carácter de nuestros/as pacientes nos facilitará la consciencia y posterior manejo de la transferencia y de la contratransferencia, que son fenómenos básicos de manejar en la relación terapéutica.

En este taller y en el siguiente se usará el Eneagrama como guía de conocimiento caracterial. Y se trabajará experiencial y cognitivamente con la interrelación de los diferentes eneatipos dentro de la terapia.

Tener en cuenta la sabiduría del eneagrama como mapa para desvelar las diferentes motivaciones y dificultades de la persona que viene al espacio terapéutico, potencia el trabajo gestáltico. A su vez es necesario saber que la inconsciencia del terapeuta le puede llevar a generar una relación terapéutica distorsionada y conocerse dentro de este mapa ayudará a poner luz en la oscuridad de su carácter

En este segundo taller se continúa experimentando desde el entrenamiento y la supervisión directa e indirecta las diferentes combinaciones caracteriales. Con esta segunda parte se pretende abarcar más extensamente y con más detalle las posibles cegueras que el terapeuta tiene desde su patrón y que pueden distorsionar la escucha y la intervención terapéutica.

Dentro del encuentro del taller se ayudará a poner la mirada de los participantes en su tipo de personalidad y en la autoobservación del filtro que tiene a la hora de vivenciar las actitudes del paciente en el espacio terapéutico y en su relación, poniendo toda esta información y trabajo al servicio de la persona que viene a pedir acompañamiento.

La depresión y sus síntomas actúan como una desconexión del organismo propio y como una retirada del mundo. En definitiva la depresión lleva a dar la espalda a la vida desde vivencias de incapacidad, desgaste , y agotamiento vital. Muchas personas vienen al espacio terapéutico desde esta desvitalización y con pensamientos que pueden llegar hasta formularse como Ideas suicidas o comportamientos autolesivos. Sus actitudes y su energía se manifiestan a través de un cuerpo lleno de señales y de llamadas de atención.

Es necesario por su frecuencia y gravedad identificar y conocer este cuadro de sintomatología y tener por un lado conocimiento y comprensión de los sentimientos y tendencias depresivas , así como desarrollar herramientas para relacionarnos con esta sintomatología y abordar su intervención de una manera integral, incluyendo recursos corporales básicos para facilitar la salida.

Es un taller vivencial en el que se exploran introyectos, proyecciones e ideas acerca de uno mismo con el apoyo de la mirada grupal y la autoscopia, mediante una exploración con vídeo de la idea de uno mismo como objeto de apego y rechazo. Se trata de comprender la trascendencia de la mirada amorosa hacia nosotros mismos, como vehículo para la aceptación de nuestra experiencia del yo.

La propuesta de este taller es acercarse a reconocer y poder acompañar a víctimas que hayan sufrido trauma de abuso o maltrato en la infancia o en la edad adulta. Aportar a los/as terapeutas a través del trabajo corporal y vivencial a identificar el calibre del trauma, y dotarles de herramientas corporales y gestálticas para como acompañar e intervenir en procesos traumáticos o disociativos.

La negación, olvido de relato , infravaloración de los síntomas , culpa o vergüenza , son varias maneras de defenderse de estas experiencias. Todo tipo de abuso o maltrato es dañino y el tipo de trauma o no que produce no finaliza cuando se acaba la situación, las diversas secuelas y síntomas que dejan impiden en muchas ocasiones un contacto sano o fluido con el cuerpo.

Veremos las diferentes fases del proceso para poder identificar el abuso o maltrato y trabajaremos el cómo es el acercamiento corporal y trabajo terapéutico con este tipo de víctimas.

En este taller teórico-vivencial nos centraremos en las técnicas y las diferentes herramientas que proporciona la Gestalt, aplicándolas al trabajo con personas adictas a sus diferentes procesos de rehabilitación.

La permeabilidad del enfoque gestáltico junto con otros enfoques tan dispares como el cognitivo-conductual y la psicología transpersonal nos permite crear un puente para desarrollar un modelo característico donde se enriquecen y conviven juntos en beneficio de un proceso integral de sanación para las personas con problemas de adicción.

En el taller exploraremos la relación terapéutica en procesos individuales así como las causas de la adicción, el tratamiento y la prevención de recaídas.

La actitud gestáltica es una invitación permanente a traspasar las fronteras de nuestro autoconcepto y adentrarnos en la incertidumbre viva y palpitante de nuestra vivencia en curso.

Es una invitación a cuestionar los mapas que aprendimos antaño y a explorar el territorio que abrimos cuando volvemos a confiar en lo que surge sin interferir en su expresión.

La actitud gestáltica marca la diferencia entre lo prestado y lo genuino. Es una invitación a danzar contínuamente olvidando antiguas coreografías que encorsetan y ya no necesitamos.

En el cierre integraremos toda la extensa y profunda experiencia de estos 17 meses. Finalizado este comprometido viaje tocará revisar y concluir. El grupo habrá llegado a su puerto y se dará el espacio para cerrar lo relacional abierto. Cómo abordar el final de una relación es en sí mismo un trabajo terapéutico que abordaremos desde la experiencia más presente. Podremos a su vez celebrar todo el aprendizaje recibido y toda la entrega hecha.