Querida Ruth,

ranunculus
tu cuerpo cansado ha dicho basta. Un corazón delicado y generoso ha necesitado parar y aquí nos quedamos con pena, parados también, sintiendo tu sonrisa y tu cuidado todavía cerca. Seguro que eso te llega.
Estés donde estés ahora, te deseamos un vuelo eterno.
Buen viaje Ruth. Te queremos.