Gestalt terapia de grupo

Que es la terapia de grupo

Nuestro grupo terapéutico está abierto para tí

La terapia de grupo se constituye alrededor de un número de personas convocadas por uno/a o dos terapeutas, que realizan un proceso de colaboración mutua y de autoconocimiento a lo largo de un tiempo y con una secuencia prefijada. Esta propuesta está dirigida a que la persona que acude se sienta acompañada en sus problemas y vivencias, compruebe la universalidad de las mismas, así como tome conciencia de sus maneras de interaccionar.

La terapia de grupo se inicia como encuadre terapéutico a principios del siglo xx. Ya desde un principio se comprueba su enorme alcance a la hora de aliviar el sufrimiento de los/as participantes y de conseguir cambios en la conducta y en la actitud de los/as mismos/as.

Ha habido numerosos estudios a lo largo del tiempo que han contribuido a conocer los procesos grupales y a profundizar en la estructura que interviene en ellos. Todos estos estudios facilitan y contribuyen a que los/as terapeutas grupales desarrollen en la actualidad su práctica de una manera sólida y segura, aprovechando este formato para la salud y el crecimiento madurativo de los/as participantes.

¿Qué aporta?

  • La posibilidad de dar voz al mundo interno, pudiendo sentir la escucha atenta no sólo del/a terapeuta, sino del resto de los/as compañeros/as, que en esos momentos son una representación del mundo externo. Es importante darnos cuenta que ser visto/a y escuchado/a es de las necesidades más profundas del ser humano. Y poder sentir esto en un grupo genera un efecto reparador curativo.
  • La oportunidad de desarrollar la propia escucha hacia otros/as aporta una enorme satisfacción. Sentir que resonamos con otros seres humanos palia el sentimiento de soledad y desarrolla la empatía, generando emociones sanas y reconfortantes.
  • La experiencia de compartir no sólo pensamientos acerca de nuestra vida presente y actual, sino además y de una forma especialmente curativa, compartir sentimientos que en muchas ocasiones se han mantenido ocultos por miedo y/o vergüenza. No hay que olvidar que nuestro mundo emocional desde la más tierna infancia ha sido abandonado en gran parte por los/as adultos/as, que a su vez han crecido sin saber cómo manejar sus emociones. En el grupo se aprende a mirar dichas emociones, acompañarlas y manejarlas con las personas que compartimos la experiencia de una manera más sana, aprendiendo a integrarlas en nuestra vida y a usarlas como los recursos naturales que son.
  • La posibilidad de vivenciar las diferencias interpersonales y los posibles conflictos desde una actitud de aprendizaje, comprobando a través de maneras nuevas de interaccionar que las diferencias se pueden integrar enriqueciendo nuestra vida y que los conflictos son posibilidades de desarrollar recursos nuevos, así como formas de autoconocimiento inigualables.
  • Desarrollar la empatía. Al comprobar que el resto de las personas están igualmente atravesadas por experiencias vitales difíciles y dolorosas nuestros sentimientos más negativos se rebajan, pudiendo desarrollar de una manera natural actitudes de comprensión y de tolerancia. Hay que tener presente que el juicio atraviesa nuestro mundo provocando incluso sentimientos de odio o de desprecio hacia otros seres. En la terapia de grupo nos damos cuenta de nuestros primeros prejuicios defensivos, y estos pueden ser contrastados con un conocimiento más profundo del/la otro/a, convirtiéndose al final en actitudes de cercanía y de afecto.
  • Poder sentir un espacio seguro y confiable como garantía para poder experimentar ser uno/a mismo/a con sinceridad.
  • Trabajar la timidez y las dificultades sociales.
  • Ampliar la confianza en el apoyo social, generando a la vez nuevas relaciones humanas.

Qué se requiere de un terapeuta de grupo

  • Ser un/a facilitador/a de todas las experiencias relacionales que se dan.
  • Aportar su experiencia y su saber cognitivo a todo lo que va apareciendo.
  • Escuchar e integrar las necesidades de todos los miembros del grupo para que todos/as puedan sentirse atendidos/as.
  • Percibir y sacar a la luz los temas más dolorosos con el cuidado, la paciencia y la confianza para garantizar que estos temas puedan ser expresados y sanados.
  • Acompañar y potenciar a las personas más reservadas a ir cogiendo confianza en sí mismas y en los demás.
  • Acompañar a las personas más sociales a escuchar y escucharse para fluir en un contacto/retirada con el grupo y por tanto con el mundo, más ajustado.
  • Sostener los momentos difíciles que en el proceso terapéutico grupal puedan ocurrir con la confianza y la esperanza suficiente para que los miembros se sientan a su vez contagiados/as por estos sentimientos.
  • Observar y estudiar atentamente el proceso grupal con la perspectiva que le da su rol para ayudar a los participantes a comprender los momentos por los que van pasando.
  • Proponer experiencias diversas para que los miembros del grupo vivencien más claramente su mundo interno y así tener un darse cuenta más potente que contribuya al autoconocimiento.

¿A quién va dirigido?

  • A todas aquellas personas que quieran darse cuenta en profundidad cómo son sus patrones relacionales.
  • A aquellas personas que habiendo realizado ya una terapia individual, o que la estén realizando, quieran ampliar su experiencia terapéutica dentro de un marco de encuentro con otras personas. En el caso de que la terapia individual se esté cursando es conveniente que la persona lo hable con su terapeuta. En la mayoría de los casos es el/la terapeuta individual quien recomienda la terapia grupal como paso complementario a su proceso.
  • A aquellas personas que se sientan con dificultades sociales y con sentimientos de timidez que quieran mejorar.
  • A aquellas personas que en su experiencia de autoconocimento sientan la necesidad de contrastarse con otras personas.
  • A personas que necesiten trabajar un tema concreto con personas que están en la misma circunstancia, o que necesiten compartir con personas con las mismas características.

Tipos de grupos terapéuticos

  • El grupo terapéutico que se constituye sin ningún objetivo específico. Los objetivos son amplios y abarcan desde la introspección a la compresión de sus patrones vinculares. La propuesta es ir experimentando lo que de una forma espontánea y natural vaya sucediendo y entregarse al proceso terapéutico coordinado por uno/a o dos terapeutas.
  • El grupo que se forma alrededor de un tema específico que aúna a los participantes y que se desarrolla a lo largo de un tiempo determinado, como por ejemplo grupos de mujeres, grupos de hombres, grupos de jóvenes, mujeres que no son madres, personas separadas, con alguna enfermedad concreta, adicciones etc.
  • Grupos que se desarrollan en un breve espacio de tiempo, por ejemplo, un fin de semana. Son más conocidos como talleres y suelen proponer un tema concreto como el miedo, pareja, meditación, etc.
  • El grupo terapéutico gestáltico. Tiene la especificidad de ser terapias individuales en grupo. El terapeuta trabaja individualmente con cada persona en presencia del grupo. Y durante este trabajo puede recurrir a otros participantes para facilitar y potenciar el trabajo. Estas propuestas de rolplain permiten a la persona que está trabajando vivenciar en el presente y con más realidad e intensidad, el asunto que plantea en la sesión. A su vez el grupo se ve beneficiado por dicho trabajo individual que tiene un efecto de intensa resonancia entre los/as participantes del mismo.

Tipos de grupos terapéuticos

En equipo centro damos mucha importancia al encuentro grupal ya que es un marco inigualable para encontrarnos con lo que reflejamos en los/as demás. Esto da una posibilidad clara de ampliar nuestro autoconcepto, de tener una imagen más real de quienes somos y de quienes podemos ser. A su vez nos permite conocer también cómo son las respuestas vinculares reales y ensayar nuevas formas de responder a las necesidades ajenas a la vez que expresar las nuestras.

En equipo centro llevamos realizando, desde el principio de nuestra existencia, grupos de terapia y talleres grupales específicos como “ser mujer y no ser madre” (taller dirigido a mujeres que, deseando ser madres, no pueden llegar a serlo), “la pareja”, “para, mira, siente” (grupo dirigido a hombres), “soltar ladependencia emocional”, “el niño interior”, “agresividad y ternura”, “hermanos/as”, “vínculo familiar” o “eneagrama”.

En la actualidad hay un grupo de terapia semanal permanente.

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